“La oración juntos es fundamental, nos ayuda a renunciar a nuestros puntos de vista y buscar la voluntad de Dios” 

«El Regnum Christi es nuestra familia dentro de la Iglesia», Luis Sansot y Rosario Alurralde, un matrimonio formado en 2014, padres de tres hijos: Felipe (9), Clara (8) y Mateo (6). Rosario forma parte del movimiento desde 2007, mientras que Luis se incorporó al Regnum Christi en 2021. Ambos comparten una vida centrada en Cristo y un compromiso con su comunidad de fe. 

Cuando se les pregunta cómo describirían la presencia de Cristo en su matrimonio, responden: “Es la luz que nos guía. A lo largo de nuestros 10 años de casados, hemos enfrentado momentos difíciles y situaciones diversas, pero siempre con el corazón abierto para que Dios entre en él. Sentimos que nuestro camino ha sido acompañado, a pesar de nuestras imperfecciones”. 

“Tenemos temperamentos fuertes y coléricos, lo que hizo de la comunicación un gran desafío desde el noviazgo. Jesucristo ha sido un maestro de mansedumbre y humildad. Hemos aprendido a callar a tiempo, buscar las palabras justas, perdonar y evitar heridas innecesarias,” explican. 

Luis y Rosario coinciden en que poner a Cristo en primer lugar transforma la forma de abordar los desafíos: “Aprendimos a priorizar el ‘nosotros’ por sobre nuestros proyectos individuales. En ese ‘nosotros’ vive Cristo, una fuerza que nos inspira a actuar con amor más allá de nuestras limitaciones.” 

Comparten que tienen varias prácticas para fortalecer su fe como pareja: “Vamos juntos a adoración eucarística los jueves al mediodía y rezamos juntos por la noche. Aún nos cuesta el rosario diario, pero seguimos intentándolo. Cuando podemos, asistimos a misa por la mañana”. 

Han desarrollado una herramienta especial llamada “Noi”, un grupo de WhatsApp donde comparten reflexiones y oraciones: “Este grupo nos permite mantenernos conectados en medio de nuestras rutinas y reenfocarnos en el ‘nosotros’, recordando que Dios está en el centro de nuestro proyecto matrimonial”. 

Para ellos, involucrar a Cristo en las decisiones significa “dejar de ser egoístas y mirar las cosas con otros ojos”. La oración juntos es fundamental: “Nos ayuda a renunciar a nuestros puntos de vista y buscar la voluntad de Dios”. 

“A menudo nos gana la ansiedad por el futuro, pero hemos aprendido a confiar en la providencia de Dios. Aunque no es fácil, sabemos que Su plan es mejor que nuestras seguridades humanas,” reflexionan. 

Luis y Rosario mencionan dos crisis fuertes en su matrimonio como momentos donde sintieron especialmente la ayuda de Dios: “Nos envió sacerdotes, religiosas y laicos que nos guiaron y fortalecieron. Estas experiencias nos hicieron valorar la importancia de la comunidad y la familia espiritual”. 

“No sean soberbios al pensar que pueden enfrentar todo solos. El demonio usa la soberbia para atacarnos. Recen juntos, dialoguen con el corazón, busquen comunidad y nunca dejen de luchar por la santidad en el matrimonio”, aconsejan. 

Rosario subraya la importancia de combatir los malos hábitos en la relación: “La falta de detalles y atención puede asfixiar una relación. Somos responsables de generar buenos hábitos para evitar que esos vicios afecten nuestro matrimonio”. 

Finalmente, concluyen: “Para que haya un gran ‘Sí’, tienen que haber muchos ‘No’ antes. Aprendamos a decirlos y no seamos ingenuos”. 

Luis y Rosario son un testimonio vivo de cómo Cristo puede transformar un matrimonio, guiándolo hacia la santidad en el desafiante contexto del mundo actual.