La Federación Regnum Christi busca dar gloria a Dios y hacer presente el Reino de Cristo en el corazón de los hombres y en la sociedad, por la propia santificación en el estado y condición de vida al que Dios nos ha llamado, y por una acción apostólica personal y comunitaria.
Espiritualidad del Reino
Nuestra espiritualidad se centra ante todo en Jesucristo y nace de la experiencia de su amor. Buscamos responder a nuestro Amigo y Señor con un amor personal, real, apasionado y fiel. Por la acción del Espíritu Santo somos hijos en el Hijo que se convierte en centro, criterio y modelo de la vida. Aprendemos a encontrarnos con él en el Evangelio, en la Eucaristía, en la cruz y en el prójimo.
El testimonio, anuncio y crecimiento del Reino de Cristo constituye el ideal que nos inspira y dirige. Este anhelo se encuentra expresado en nuestro lema: “¡Cristo Rey nuestro, venga tu Reino!”.
Es por ello que buscamos revestirnos de Cristo en nuestro corazón y en nuestras obras, para que reine en nuestras vidas por medio de la progresiva configuración con El; y nos dejamos penetrar por el amor de Cristo hacia la humanidad, y buscamos que él reine en el corazón de todos los hombres y en la sociedad.
Fecundidad apostólica
Conscientes que el Reino de Cristo es un don y no se puede construir con las solas fuerzas humanas, buscamos permanecer siempre en comunión con Cristo y con su Iglesia, como el sarmiento en la vid (Jn 15, 5). Como seguidores y colaboradores de Cristo Apóstol sabemos que la oración, la participación de su cruz, la gratuidad en el servicio de los demás, la confianza en la acción de su gracia y el testimonio de una vida auténticamente cristiana deben preceder y acompañar toda nuestra acción apostólica.
Nuestra actividad apostólica
Buscando responder eficazmente a las necesidades principales de la evangelización en el propio ámbito de vida y sin excluir ningún tipo de actividad apostólica, emprendemos iniciativas y establecemos obras apostólicas orientadas especialmente al anuncio de la fe y difusión de la doctrina católica, a la formación cristiana y educación de la niñez, adolescencia y juventud, a la promoción del matrimonio y la familia, a la pastoral vocacional, a la evangelización de los ambientes profesionales, de la cultura y de los medios de comunicación social, a la promoción de la justicia social y a la práctica de las obras de misericordia.
Los amores que nos animan
Cristo, revelando el amor que arde en su Corazón, nos invita a amarlo a Él y lo que Él ama: el Padre que le envía a redimirnos; la Santísima Virgen María, madre suya y nuestra; la Iglesia, su Cuerpo Místico, al Papa; los hombres, sus hermanos, por quienes da la vida; la familia espiritual Regnum Christi como un camino para hacer presente su reino en nuestros corazones y en la sociedad.