Después de seis años y un mes al frente de la Parroquia Santa María de Betania, el Padre Carlos ha anunciado su partida para asumir una nueva misión en Puebla, México. La comunidad ha organizado una despedida que tendrá lugar el 2 de noviembre a las 20:00 horas en el auditorio Juan Pablo II.
El Padre Carlos llegó a la parroquia en septiembre de 2018 y desde entonces ha sido un pilar espiritual para la comunidad. En su mensaje de despedida, el sacerdote compartió las lecciones que se lleva de su tiempo en Betania.
«Me llevo muchas lecciones de la fe sencilla de tantas personas, del ejemplo de santidad que uno aprende a conocer en los laicos y parroquianos. También aprendí mucho de la entrega y generosidad con la que muchos de ustedes colaboran. En tiempos difíciles, como la pandemia, aprendí a confiar más en Dios, y ver cómo siempre provee, incluso cuando parece que no llegamos», expresó el párroco.
Agradecimiento de la comunidad
Los fieles de la Parroquia Santa María de Betania también aprovecharon la ocasión para expresar su gratitud al Padre Carlos.
Nora Hurtinton, coordinadora del coro y de los ministros extraordinarios, lo recordará con cariño: «el Padre Carlos siempre actuó con rectitud y fue como un padre para nosotros. Puso orden donde no lo había y nos deja un ejemplo claro de cómo debe ser un párroco. Le deseamos lo mejor en su nueva misión y lo vamos a extrañar mucho».
Norma Speziale, otra integrante de la comunidad destacó la sensibilidad del párroco: «estoy profundamente agradecida por su labor pastoral y por sus brillantes homilías. Siempre recordaré su gran sensibilidad y disponibilidad para resolver problemas humanos, y su sencillez y respeto por todos. Ruego a la Virgen de Guadalupe que lo siga iluminando en esta nueva etapa».
Un último mensaje
El Padre Carlos, también quiso agradecer a quienes lo acompañaron en su misión. «Gracias por la paciencia, por acompañarme en el camino, y por la generosidad con la que hombro a hombro me ayudaron a cumplir la misión en la parroquia. Nunca me sentí solo, siempre me supe acompañado y sostenido por todos ustedes. Que Dios les bendiga y les recompense la generosidad con la que me han acompañado», concluyó.
La comunidad de Betania se unirá el 2 de noviembre para despedir a su querido párroco y desearle éxito en su nueva misión en México.