Homero, quien cursa primer año en el Colegio Oakhill CABA, fue uno de ellos. “Me llevo muchas cosas, aparte de una mejor conexión con Dios, amigos y no solo mis compañeros”. Aquí nos comparte su testimonio.
Siempre que me decían «el lunes tenemos Faro», yo no pensaba en un lugar, pensaba en personas. Esas personas son mis coaches y mis amigos. Cada Faro era distinto, pero no en el método, en lo que se aprendía. Un lunes charla sobre un santo, otro sobre valorarnos y así fueron distintas temáticas a la que le seguía una actividad.
Tuvimos algunas convivencias, todas nos sirvieron para conocer al otro, y eso en serio me parece muy importante porque me hice más amigo de personas que no esperaba y aprendí muchas cosas. También participamos en campamentos y apostolados.
Me llevo muchas cosas, aparte de una mejor conexión con Dios, amigos y no solo mis compañeros. También mis coaches, Trimo, Egon y Tomy que siempre estuvieron dispuestos para ayudarme en cada situación y aconsejarme. Quiero agradecerles por ser parte de mi vida. Faro me hizo cambiar y para bien, gracias a ustedes.